ANDROMACA
—El diario nunca lo encontré—ha pedido servicio a la habitación, pero con su comentario el hambre se ha esfumado—lo busqué por toda la alcoba sin hallar nada.
—Imposible yo lo deje ahí—dejo la presa de pollo en el plato—la ultima vez lo arroje al suelo presa de la ira, pero estaba en nuestra habitación.
—Come—me exige—debes alimentarte bien—me observa severamente—no está, le pregunte a la nana y ella tampoco sabe.
Esto esta muy raro, la única persona que podría tomarlo es ella pero que razón tendría para ocultarlo de Stavros, tomo el pollo de nuevo con la mirada inquisitiva del griego que aun no suelta todo el veneno.
—Juro que existe, por ese diario me di cuenta de la mentira de mi hermana, siendo ella también utilizada.
Suspira.
—Si vamos a tener esta conversación ahora mismo debe ser con el estómago lleno.
Sonrió
—No seas exagerado—muerde de mi presa—pero tampoco te le comas la comida a una embarazada, es peligroso.
Su mirada brilla con mis palabras.
—¿De mí?
—De ti—el ag