ARTEMISA
El ruido férreo es el único sonido que se escucha en este solitario vagón, mientras la vista es estupenda con los paisajes que puedo admirar tanto de día como de noche, un día llevamos de viaje desde que nos escondimos en este vagón para poder llegar a Grecia, no podemos utilizar ninguno de los medios de viaje tradicionales porque según Gulio las autoridades ya nos tienen fichados, yo utilice una identificación falsa que ya tienen registrada y no podría utilizarla nuevamente.
Piensa en todo y eso es lo que mas me fascina de esto hombre, además de su atractivo físico me encanta su actitud desafiante, que no me ruega ni se postra a mis pies, soy una persona ególatra, vanidosa y bastante prepotente, aunque debo admitir que esta situación ha mantenido a raya mi personalidad hostil.
—Ni en mis mejores sueños pensé estar viviendo algo como esto—le digo al hombre que permite que mi cabeza descanse en su pecho—siempre me ha gustado este tipo de aventuras sabes, andar así, en trenes