ANDROMACA
Respiro hondo abriendo de nuevo mis ojos, el corazón me salda preso del miedo cuando el pasado vuelve como una tempestad arrasando con todo a su paso, me desvanezco ante su mirada y la expresión carismática con la cual quiere ocultar sus malas intenciones.
El aire ingresa caliente en mi sistema cuando sus ojos negros se fijan en mi recordándome que por mas que quise soltar la carga del pasado esta me ha alcanzado, las palabras de Stavros son un golpe certero en mi desasosiego que se repite como una grabadora «aquí todos pagamos nuestras culpas»
—¿Markus?—susurro su nombre con un taco en la garganta—¿Markus White?
—No—sonríe—Josep White—dice y no puedo creer que no sea el—me confunde señorita.
El corazón me palpita fuerte y apretó la mano de Stavros, Sus ojos, su sonrisa, sus rasgos, claramente éramos más jóvenes pero es el, tiene que ser él.
¿Su hermano menor? Dios estoy tan confundida que ya no recuerdo muchas cosas, siento que la cabeza me explotara en cualquier momento