Eirene:
El espejo mostraba a una mujer con arrugas aún lado de sus ojos y unas grandes bolsas debajo de ellos, un cabello maltratado y una figura tosca, el coraje me inundó lance el espejo delante mío, este se quebró en varios pedazos, pero al mirar a todos lados miraba a la misma mujer fea y vieja reflejada en todos los espejos y reflejos de la habitación, empecé a romperlos y quebrar a cada uno de ellos con enojo
—Mi señora, se va a lastimar sus dulces manos —dijo mi torpe sirviente entrando a la habitación
—¡Cállate! —le grité enfadada y seguí quebrando los espejos que colgaban de la pared, había de todos tamaños y figuras, me irritaba