Meses después.
Enzo desayuna con Diana, luego se ata la corbata y se prepara para ir a trabajar.
Besa a Diana en los labios para despedirse como si no hubiera nadie a su alrededor .
El rostro de Diana está todo el tiempo radiante de Alegría.
Los sirvientes de la villa, sin embargo, están acostumbrados desde hace mucho tiempo a este tipo de afecto, pero de igual modo son muy felices, mientras sus jefes esten felices ellos también pueden estarlo.
Antes de irse, Enzo se acerca a su hijo que está en brazos de Katherine y le pellizca la cara suavemente.
—Voy a trabajar, sé bueno, no molestes a Mamá, y dejala descansar ¿me escuchas Vadim?
El pequeño no entiende nada y sonríe, Enzo experimenta como padre que cuidar de un bebé no es nada fácil, casi la mayoría de las veces Diana se amanece solo para poder dormirlo.
Diana se apresura y empuja a Enzo —Enzo, tu hijo solo tiene un año, ¡Ve a trabajar!
Enzo, de mala gana, es empujado por ella hacia el exterior, luego aprovecha la oportunidad para