El hombre sentado frente a Tara Lewis era Frank Zummo. Creó su propio negocio y comenzó una pequeña empresa, y en ese momento tenía un patrimonio neto de millones. Incluso había comprado varias villas; una en el centro de la ciudad, una en las afueras y otra en la playa.
Un hombre así era la definición de una persona exitosa. Naturalmente, los padres de Tara estaban muy contentos con él.
Lo miraron como si estuvieran mirando a su yerno. Cuanto más lo miraban, más satisfechos se sentían.
En cuanto a Frank, supo que quería a Tara en el momento en que la vio.
Tara no solo era increíblemente hermosa, sino que también tenía un cuerpo magnífico y muchas conexiones útiles.
Casarse con una mujer así sería un gran impulso para su carrera.
Frank sintió que superaba a Tara en todos los aspectos de sus carreras. Sabía que ella estaba a su alcance.
Los padres de Frank pensaban lo mismo. Después de todo, su hijo era asombroso.
"Viejo Lewis, si crees que está bien, arreglemos esto hoy", dijo