Harvey esperó una media hora antes de entrar por fin en la casa, llevando algo de carne y verduras. Les dijo: "Padre, Madre, acabo de pasar por el mercado y he encontrado algo en oferta. Vamos a hacer una gran comida esta noche".
Mandy sonrió. "¡Está bien!".
Las miradas de Simón Zimmer y Lilian Yates eran extrañas. Cuando miraban a Harvey, no había asco ni impotencia en sus ojos.
En cambio, estaban llenos de desesperanza. Había cosas de las que ya no querían hablar.
Mandy se negaba a divorciarse. No tuvieron más remedio que dejarlo pasar. Decidieron rendirse.
Ahora, todas sus esperanzas reposaban en Xynthia.
***
Al día siguiente, Mandy fue a la empresa Zimmer para trabajar. Harvey salió con ella.
Antes de salir, Lilian le dijo: "Mandy, dentro de dos días será la Fiesta Nacional. Tu hermana acaba de empezar sus estudios en un internado. No sé si se acostumbrara".
"Entonces, serás responsable de traerla a casa".
Lilian lo tenía claro. Ya que su hija mayor no le funcionaría, de