Peyton Horan se congeló.

“Esta es la placa de mi padre”.

“Aplástalo”, exclamó Harvey York.

Peyton y los guardaespaldas detrás de él les temblaron los ojos frenéticamente.

Solo Harvey tendría las agallas de romper la placa del padre de Peyton frente a los ojos de Peyton.

Pero luego de pensarlo durante mucho tiempo, Peyton decidió hacerlo él mismo. Agarró la placa y la estrelló contra el suelo con una mirada de duda en su rostro.

¡Crac!

Con la fuerza de Peyton, la placa se habría hecho añicos instantáneamente. Un chillido de metal resonó de la placa y rodó hacia la esquina del salón ancestral.

Al mismo tiempo, un espeso humo negro salió de la placa, haciendo temblar a las personas cercanas.

Harvey caminó hacia adelante de inmediato y pateó la placa hacia el patio central.

Bajo la luz del sol, vieron más y más humo negro saliendo de la placa, mostrando el rostro de un fantasma en el cielo, sonriendo horriblemente, antes de desaparecer en la nada.

Harvey tomó rápidamente la plac