Capítulo 5: Decepción
Jazmín frunció el ceño al ver que su hermana estaba de dramática y de nuevo fingió caerse y ser agredida por el aire.
Lamentablemente no logró reaccionar a tiempo, ya que de un momento a otro fue empujada por culpa de Luciano, quien corrió para abrazar a la rubia y ayudarla.
- Lu… ah… du… duele… - susurró Ruby haciendo una mueca de dolor.
Acto seguido todos notan que ella comenzó a sangrar entre las piernas.
Eso asustó a todos los presentes, creando un gran caos en el lugar.
Luciano sin perder el tiempo, la tomó entre sus brazos y corrió en busca de su vehículo para llevarla al hospital.
Debido al golpe, Jazmín igual cayó al suelo volviendo a sentir un fuerte dolor en la cabeza y poco a poco todo el mundo se volvió negro.
Cuando volvió a abrir los ojos noto que estaba en un cuarto con blanco.
- Ya despertó – en eso una voz grave le llamó, por lo que ella giró con lentitud su cabeza.
- ¿Dónde…?
- Se desmayó en público y la trajeron al hospital.
- Hm… entiendo.
- ¿Sabe lo que tiene?
- He estado bajo mucho estrés.
- Se nota, pero debe tener más cuidado, más por su estado.
- ¿Estado?
- Tiene 2 meses de embarazo, así que debe ser más cuidadosa con sus acciones si quiere conservar al niño. .
- … - ella se asombró al escuchar esa noticia y por un momento se alegró.
Tras escuchar las indicaciones del doctor, ella salió de la habitación.
“Un bebe” – pensó llevando su mano derecha a su vientre mientras una suave sonrisa se dibuja a su rostro.
Por un momento comenzó a imaginar un futuro en una familia de 3 y juraba que amaría con todo su corazón a ese pequeño ser que crecía en su interior y no… no dejaría que ese pequeño viviera lo que ella pasó.
Lamentablemente ese momento de felicidad se interrumpió gracias a una fuerte bofetada.
- TU MALDITA BASTARDA INFELIZ – se escuchó un grito agudo por todo el lugar.
- … - Jazmín se lleva su mano a su mejilla herida encontrándose de frente a la señora Stein, quien le dedicaba una mirada llena de odio.
- MALDITA… - la mujer volvió a gritar y trató de pegarle de nuevo, pero fue detenida por su esposo.
- BASTA – el señor Stein estaba furioso.
- Amor ¿Por qué la proteges? Daño a tu hija y asesinó a tu nieto – dramatizó la mujer.
- Fue un accidente, así que vamos.
- Pero mi nieto… mi adorable nieto – lloró escondiendo su rostro entre sus manos.
Jazmín estaba desconcertada por el golpe y la información obtenida.
¿Ruby estaba embarazada?
¿De quién?
- JAZMIN – un nuevo gritó la sacó de sus pensamientos y justo en eso fue sujetada de los brazos con fuerza por su esposo - ¿Cómo puedes ser tan cruel?
- Luciano, me lastimas – se quejó ella tratando de liberarse de ese agarre.
- Creo que esto es insignificante con respecto a tus acciones.
- ¡Yo no hice nada! – dijo empujándolo para liberarse.
- Mentirosa y ahora buscarás meditar por tus errores.
- ¿Qué?
Jazmín no logró reaccionar a tiempo y de un momento a otro fue sujetada con fuerza por dos hombres y forzada a subir a un vehículo desconocido.
Después de un recorrido de una hora llegaron a una casa que parecía estar abandonada.
La forzaron a ingresar al hogar y la llevaron al sótano.
- Vas a estar encerrada meditando por tus errores, porque mataste a un inocente y eso no es algo que se debe perdonar con facilidad – explicó Luciano mientras le robaba su celular y luego la empujaba al interior de esa habitación.
- NO, LUCIANO… NO – gritó asustada levantándose rápidamente para evitar que la puerta se cerrara, pero fue inútil y de un momento a otro se quedó atrapada en una completa oscuridad - ¡Luciano, déjame salir, por favor, no hice nada, yo no la toque!
- Ustedes – ordenó el rubio a los guardias que lo acompañaron – no la dejen salir y ella no puede probar alimento ni agua por dos semanas.
- Si - dijeron al unísono mientras veían como él dejaba el teléfono de la pelinegra sobre una mesa cercana y se alejaba del lugar sin mirar atrás.
- ¡LUCIANO! – gritaba Jazmín golpeando con insistencia la puerta.
El lugar era oscuro y poco a poco comenzó a hiperventilar, porque no podía sentir como pasaba el tiempo.
Solo comenzaba a sentir un horrible dolor de estómago.
En eso recordó la advertencia del médico sobre estar tranquila y relajada… algo que en ese momento era imposible.
No sabe cuánto tiempo había pasado, pero ahora sentía un horrible dolor en su estómago por la falta de alimento.
A veces se dormía o se desmayaba.
Eso ya daba igual.
Pero de un momento a otro sintió como sus ropas se humedecían y al tocar esa zona sintió algo viscoso con olor a hierro.
- No… NO… - ella se asustó eso era sangre, estaba sufriendo un aborto.
Busco reunir sus fuerzas para comenzar a golpear nuevamente la puerta para pedir ayuda, pero sus súplicas caían a oídos sordos.
Un horrible dolor comenzó a invadir el cuerpo mientras la angustia la invadía.
“Perdón bebe… no… no pude protegerte” – se lamentó mentalmente, pero no logró organizar sus pensamientos hasta que terminó desmayada.
Unos días después, Luciano regresó a ese lugar porque recordó que en ese lugar llego a Jazmín a que cumpliera su castigo.
Estaba un poco apenado porque ya habían pasado 3 semanas.
Era una más de lo que había indicado, pero no fue su culpa ya que tenía que consolar a Ruby por la pérdida de su hijo.
Por lo que llevo un ramo de flores y un estuche con una gargantilla con diamantes a modo de disculpa por la tardanza.
- Señor - saludaron los guardias al verlo de regreso.
- Descuide, ignoramos los lamentos de esa mujer y no la alimentamos como nos ordenó - informó con orgullo uno de ellos.
- Perfecto, abran.
- Si.
Al abrir la puerta se pudo sentir un horrible aroma a sangre podrida.
Luciano se asustó y busco prender la luz de ese lugar, encontrándose con una imagen tétrica de una Jazmín inconsciente debajo de un charco seco de sangre.