–No –dijo Dante dirigiendo su mirada hacia la chimenea
–¿No? –preguntó Anna confundida
–No se lo diré… –
–Pero ¿Por qué? Dante, acaso no te preocupa…–
–Me preocupa que salga con alguien más –admitió Dante interrumpiéndola –Ella es muy hermosa y seguramente tendrá a muchos detrás de ella –
–Entonces ¿Por qué no se lo dices? –preguntó Anna sin entender
–Ella está pasando por un momento complicado justo ahora, si voy y le suelto esto de repente, temo que sólo lograré confundirla y agobiarla, además, al ser mi partida algo tan inminente, ni si quiera podré estar con ella para desarrollar nuestro vínculo –
–¿Entonces que harás? –
–Aún estoy en eso –dijo Dante dirigiendo su mirada hacia ella antes de sonreírle –Hablemos de otra cosa, ¿te parece? –
Anna dudó, sin embargo, al no tener derecho de cuestionar sus decisiones, asintió.
–Dime ¿Te gustaría ir a conocer el pueblo? –
–Me gustaría, pero, creo que tengo que pedir permiso primero –
–Bueno, si te lo conceden, me encantaría guia