Miro a la mujer por la que podría perder la cabeza y jamás me atrevería a subestimarla, porque aun siendo omega, se enfrenta a mí con tanta determinación que puedo ver un rastro de su aura firme que tanto me gusta.
— Reymond, estamos hablando en serio. Concéntrate.— Yo también estoy hablando en serio. Además, no entiendo porque debería concentrarme si solo estoy mirando a mi esposa… a mi luna, porque eso eres. — digo sonriente y ella suspira profundo.— No puedo creer que menciones eso justo ahora.— ¿Por qué? ¿Qué pasa?— No estoy acostumbrada a ser parte de una manada y ahora me llega información a la que solo podría tener acceso el líder alfa o su luna.— Eso confirma que la diosa luna ha aceptado nuestra unión, Elise. Estamos destinados. — digo y ella suspira profundo.Est