No puedo evitar gemir, las sensaciones me han llevado a un nuevo piso de excitación, donde me aferro a Reymond tanto como sea posible, para no enloquecer cuando mi primer orgasmo amenaza con salir.
— No te precipites a algo que no sabes si sucederá. — digo recordando lo que ha dicho.— Sucederá, Elise. va a suceder. Además, no es muy coherente de tu parte, dudar que eso suceda, cuando me aprietas con tanta fuerza que podría liberar ese líquido que podría embarazarte con un solo intento.— Tú… estás mal. Yo… oh, diosa Luna… — digo, pero, las palabras mueren en mi garganta por todo el placer que estoy experimentando en estos momentos.— Es bueno que dejes de hablar tonterías y seas honesta contigo misma, Elise. porque eso que no crees posible, es más probable que cualquier cosa segura en el mundo. — dice Reymond.Aunque qu