Es evidente que si le pido el favor, creerá que lo estoy usando y es justamente eso lo que pienso hacer. Así que, como no puedo mostrar mis intenciones por ahora, lo mejor que puedo hacer es que él lo desee hacer y para eso debo incitarlo.
— ¿Qué has dicho?
— No te juzgo por eso, son alfas despiadados que no todo alfa se atrevería a enfrentar. Así que, no necesitas preocuparte porque alguien se burle, después de todo, fue una sabia decisión negarte.
— ¿Realmente es tu esposa? Porque según he escuchado, ella no es de las lobas que tolere la violencia. — dice Jim y no dudo que no crea que sea yo, después de todo, así era yo.
Así pensaba hasta que ser amable y condescendiente con alguien casi les cuesta la vida a los míos. Ese error no puedo volverlo a cometer, por mucho que en el pasado haya pensado que la violencia no era la solución.
— Las moscas se quieren meter en mi comida, así que, debo hacerme cargo antes de que defequen en mis alimentos. Creo que entiendes lo que quiero dec