Alonso tenía una teoría desde que se había convertido en tío por primera vez. Cada que sentía la necesidad de tener otro hijo olía a alguno de sus sobrinos pequeños y hoy era el turno de Alba y el de Vero, las hijas pequeñas de Ellis y Valentina. El joven estaba contándoles una historia que se acaba de inventar y las dos le veían como su fuese Dios, pero eso le recordaba las pocas ganas que tenía de volver a empezar como papá. Estaba casi terminando, después de diez años de pañales, visitas al doctor no se sentía en condiciones de ser padre de nuevo y qué tal si ella moría y tenía que hacerlo solo.
—Tío Ali—Le sacó su sobrina de sus pensamientos. —¿Viste sirenas?—Vi un barco pirata —Alba se quedó quieta viendo a su tío. —¡Qué experiencia