LUCIANA
El viaje no fue tan largo y más mientras los dos íbamos muy concentrados en una fresca conversación que solíamos tener cuando pasábamos tiempo juntos.
Me encantaba conversar con él, de lo que fuera y más cuando se trataba de cosas que tuviera que ver con nuestras familias, eso funcionaba para conocernos más y saber también nuestros intereses y gustos.
Aunque llevaba más de un año que lo conocía, por el tiempo que estuvimos apartados parecía como si no hubiera sido así, era como si nos conociéramos de casi siempre y cuando nos encontrábamos juntos nos sentíamos cómodos el uno con el otro.