--- Dominik Müller ---
Estoy sentado esperando noticias sobre Ana, le avise a Bruno porque necesito salir de aquí, él estaba un poco ocupado, pero dice que tan pronto termine, viene en camino, es obvio que me dio tremendo sermón.
Han pasado 3 horas y nadie me dice qué sucede, nadie sale, estuvo a punto de darme un ataque de ansiedad, pero recordé las cosas que Ana me ha enseñado para eso, no entiendo por qué, apenas son 3 horas y siento que la extraño.
Sé que entre ella y yo, llevamos una extraña relación de amistad, entre sus venenosas opiniones y mis sarcásticos comentarios, en dos años hemos aprendido a coexistir.
Estoy perdido en esa extraña sensación cuando un médico pone su mano sobre mi hombro.
- Señor Müller, ¿Está usted bien? – Pregunta un médico que está a mi lado.
Sinceramente, no me percate en qué momento apareció.
- Sí, sí, ¿Qué sucede? ¿Cómo está ella? – Preguntó preocupado.
- Dentro de lo que cabe bien, ahora está en el quirófano, la están operando… Sé que usted y la señ