--- Bruno Wilson ---
Debo reconocer que Dominik tuvo buen ojo con esta Anita. La chica, la verdad, creí que saldría corriendo una vez de conocer las verdaderas intenciones de mi querido amigo.
Sé que Dom no la ha pasado nada bien, luego del divorcio con Martina, él quedó devastado y he visto cómo cayó en una espiral de malas decisiones, una tras otra.
Cuando recuerdo cómo es que decidió contratar a alguien que fungiera como su asistente y casi, casi “esposa abnegada”, como finalmente le encontró título Ana, la verdad, la idea me pareció descabellada, por no decir estúpida.
Al principio, Ashley Jones llegó igual que Ana, tímida y sin saber cómo reaccionar ante la situación que se le planteaba, aunque debo reconocer que fue la única valiente que aceptó el trabajo propuesto por mucho más tiempo que las demás.
Varias candidatas idóneas para el puesto de asistente rechazaron la oferta, unas porque ya eran casadas, ya tenían hijos, novio, etc., así surgió el perfil que debíamos buscar. La c