--- Diego Sánchez ---
A pesar de que Cesar me pidió alejarme de Isa, esa m*****a imagen no puede borrarse de mi mente, ese idiota seguramente se está aprovechando de ella. Isa no es de ese tipo de mujer, ella no es una m*****a mujerzuela que se mete con cualquiera, yo lo sé, ella es… Ingenua, tonta… ¡Idiota!
¡Eso es lo que es ella! ¡Maldita sea! Era de esperarse, cualquiera con dos gramos de cerebro se daría cuenta de que el idiota, ese, solo quiere llevársela a la cama y luego desecharla.
Yo debo hacerla entrar en razón, porque si sigue con ese idiota, ella simplemente perderá su valía, al menos a mis ojos lo ha hecho, pero, si continúa de ese modo, nadie más la tomará en serio, Isa dejó de ser interesante, al menos para mí, me repito mentalmente. Ella ya fue tocada por ese idiota, ¿Por qué demonios todas son como ella? Primero Jazmín y luego ella, ¿Por qué? ¿Por qué demonios?
- “¿Acaso eso no es lo que tú hiciste, grandísimo idiota? Tú la tomaste, la usaste y luego sin más la dejaste