--- Alexander Müller ---
Tras escuchar sonar mi alarma, despierto. Al hacerlo, observo a la mujer que tengo a mi lado. Ella aún duerme, se encuentra aferrada a mi brazo.
Puedo sentir su calor, puedo sentir su suave piel, puedo olfatear su delicado aroma. La observo con detenimiento y no cabe duda de que es hermosa.
Es verdad, cuando Simon me la entregó, ella estaba inconsciente. La observé y vi sus rasgos faciales, los cuales trajeron mi intención inmediatamente.
No sé qué me ocurrió, no sé por qué hice lo que hice, pero no puedo quedarme. Tal como se lo dije, esto solo fue por hoy, yo aún tengo temas por cerrar, luego regresaré a la normalidad.
Tengo prioridades y mi vida sentimental, no es una de ellas, cuidadosamente me levanto y salgo de su habitación. Me visto, caminaba hacia la puerta y cuando casi ya iba saliendo, escuchó su voz.
- Te vas, ¿verdad?
- Sí… Tengo cosas que hacer y debí viajar desde ayer…
- Solo déjame verte una última vez… dice e inmediatamente me giro a verla.
El