--- Ana Teyssier ---
El día que estuvimos Julián y yo en la playa, él me dejó sola en la habitación, en lo que él, según iría a “dar la vuelta”. Yo me quedé al menos una hora sin saber qué decir, que escribir, no sabía por dónde comenzar, pero tal como si se tratase de una revelación, la inspiración llego…
Diego Sánchez
Hoy, como me cuesta escribir ese nombre, cuando te conocí casi cumplía 18 años, no tenía ningún interés en una relación, no quería a algún hombre en la vida. Al menos no quería a nadie cerca de mí, la razón en ese momento me sonaba válida, no quería que alguien viniera y borrara lo que aún sentía por Sebastián.
Él había muerto cuando recién había cumplido 16 años, su partida fue dolorosa, triste y desde eso, mi vida jamás volvió a ser igual, yo no volví a ser igual.
Cuando llegaste a mi vida, llegaste como un remolino que venía con su fuerte viento, el cual revoloteó y levantó polvo. Todo se movió, no llegaste preguntando si podías o no, cuando quise ver, ya estabas den