--- Ana Teyssier ---
De un momento a otro, voy al tocador y es ahí cuando lo miro, él también se da cuenta de mi presencia, me sonríe y, luego de unos minutos en los que espero poder entrar al tocador de chicas, llega.
- ¡Hola, Ana! – Dice Héctor mientras me besa en la mejilla.
Aquel beso debo decir que recorrió todo mi ser, mi piel sintió un escalofrío recorrerla. Lo miro y sonrió, para luego decir:
- ¡Hola, Héctor! ¿Cómo estás? ¡Qué coincidencia! - Digo en un tono alegre por verlo.
- ¡Vaya que sí! Vine con unos viejos compañeros y posibles accionistas en la firma.
- ¿Y Jude? – Pregunto un poco sorprendida.
- Jude está con Mariana, ella la va a cuidar por hoy, mi hija está muy acostumbrada a ellos.
- ¡Ya veo! Le hace falta una mamá… - Digo sin pensar.
- Si… Solo que eso no es algo fácil de conseguir… Por el momento, creo que es mejor que la cuide su madrina, que funge como mamá en algunas ocasiones. ¿Viniste sola?
- ¡Oh, no! ¡No! Mis compañeros de oficina organizaron una despedida con