--- Ana Teyssier ---
Marbella y yo íbamos saliendo del café donde finalmente decidimos sentarnos a descansar. Estaba a punto de subirme a la camioneta de Mar cuando de pronto todo se volvió gris.
- ¡Oh por Dios! –no supe si lo pensé o lo dije.
Poco a poco voy abriendo los ojos e inmediatamente un olor a humedad invade mi nariz. Estoy tirada en el suelo húmedo, mi ropa está mojada, recorro el lugar con la mirada sin levantarme, miro a Marbella tirada también el suelo y ahí es cuando me incorporo.
Inmediatamente, siento cómo algo o alguien sostiene mi cabello.
- ¡Por fin despertaste…! ¡Maldita perra! Jure que algún día tú y yo, nos volveríamos a ver… -dice la persona detrás de mí.
Sé que esta voz la conozco, cuando me giro para ver quién me hablaba, un escalofrío recorre mi cuerpo.
Trevor me tiene sujeta y solo puedo ver irá en su rostro, el miedo se intensifica cuando veo que trae una pistola en mano.
- Sola, no eres tan valiente, ¿Verdad? ¡Maldita puta! Dime, ¿Quién demonios te va a sa