Sebastian
Entro a la oficina de mi padre y tomo asiento frente al quien revisa algo en su laptop y luego de unos minutos la cierra y me mira ya más calmado.
—Sebastián se que son adultos y que ya están grandes para recibir sermones de mi parte y de su madre, —empieza entrelazando sus dedos sobre el escritorio—Pero no pueden estar haciendo este tipo de cosas, poniendo en riesgo su seguridad, no sabes cua