Capítulo 10
Después del desayuno Amara se sentó junto a su padre, sintiendo la calidez de su mano acariciando la suya. Esto era un gesto simple ante los ojos de cualquiera, pero para ellos era algo lleno de amor y aprecio. Habían estado platicando sobre las cosas que habían hecho en el tiempo que no se habían visto, compartiendo risas y recuerdos que parecían fluir con naturalidad.
Luciano, sentado un poco apartado de ellos observaba la escena en silencio, analizando cada palabra y gesto buscando algo que pudiera parecer fuera de lugar. Sin embargo, a medida que la conversación avanzaba Emiliano se volvió más serio, haciendo que su hija le prestara total atención.
– Amara, cariño, me gustaría que le enseñaras la propiedad a Luciano – dijo, rompiendo el ambiente ligeramente – Quiero quedarme a solas con tu abuela por un momento, ya que necesito hablarle de algunas cosas importantes y es una conversación solo entre nosotros.
Amara sintió un nudo en el estómago al escuchar la petición d