38. LA HORA DEL PARTO
NICOLÁS
—Esto es una locura, maldita sea el peor error de mi vida.
—Si no lo hacemos, Smith nos va a matar.
—¿Y crees que Bennett no?.
Le pregunto al estúpido de Renaud mientras vemos la camioneta que finalmente ha sacado de la delegación al maldito de James Smith.
Mi colega y cómplice ha sido el médico que yo recomendé para Bennett y Hellen, un hombre sin escrúpulos ni ética al igual que yo pero sin justificar mis actos aún más siniestro.
—¿Estás seguro que su embarazo ha estado bien?— llevamos a Hellen que está dormida por los pasillos— ella no puede dar a luz en una comisaría.
—¡Ya cállate!— me grita el francés— deja de mirar a esta mujer con pena, está es una de tantas que sabe cómo es el negocio, ¿es un vientre de alquiler o no?.
—Ella cambió y Bennett es mi amigo.
Juro que la conciencia me está matando, Bennett ha añorado una familia y yo lo conozco desde antes de Sandra, me ofreció su amistad sincera mientras yo siempre envidie no solo su dinero y prestigio si no también