Luan Moen.

Entro a la habitación después de un largo día en que tuve que estar soportando a un hombre que terminó siendo el padre de Esmeray y hablando de ella no la encuentro, o eso pensé cuando la veo acostada en la cama mirándome con sorpresa.

Me subo a la cama, quedando encima de Esmeray haciendo que me mire con sorpresa cuando tomo sus muslos poniéndolos a los lados de mi cadera.

— ¡¿Luan?! — chilla mirándome con el rostro sonrojado por completo.

— Justo a ti te estaba buscando, pequeño ángel, ¿Es un problema que tu propio alfa te tenga de esta manera y entre de esta manera a la habitación? — sonrío de lado un poco sabiendo algunas verdades que se soltaron esta mañana.

— No es un problema que entres de esta manera, pero tenerte encima si es un problema — responde con un poco de molestia aun con su rostro rojo de vergüenza.

— Mejor así… — río un poco tocando algunos mechones de su oscuro cabello entre mis dedos, estar en esta posición solo hacia que quisiera tomarla en este precis