Capítulo 63.
La loba hizo toda una exhibición de sacar sus garras y mostrarme los dientes. Yo solo me coloqué en el centro de nuestra arena improvisada y esperé pacientemente a que dejara de gritar todo lo que haría conmigo.
Relajé brazos, piernas y mantuve la compostura
Lo de usar mis intestinos como collar fue un poco asqueroso. Una imaginación muy activa.
-Transfórmate, perra. - Gruñó acercándose. - Yo solo peleo con garras.
-Puedes pelear como quieras. - Dije sin moverme.
Ella bufó.
-Tu funeral.
Los lobos a nuestro al rededor guardaban silencio. No sabía si era por respeto, porque no apoyaban a su Luna o porque seguramente los sacaron de sus camas para ver esta demostración de "poder".
Me inclinaba por lo último.
-El duelo comienza... ¡Ahora!
La loba se transformó y no perdió tiempo de atacarme de frente.
Solo me moví a un lado y ella mordió el aire. Eso la hizo enojar aún más.
-¡Vamos, mamá! ¡Enséñale a esa perra quién manda! ¡Es solo una vulgar zorra! - Gritó uno de sus cac