Capitulo 04

Valentina del Olmo

— Un placer conocerla luna — Se despidió de mí el último alpha no sin antes hacerme una reverencia como lo habían hecho todos.

Esto era lo más extraño que me había ocurrido debía de admitir.

Todos estaban afuera mientras que yo estaba en el despacho se Alaric tratando de calmar mis nervios, igual ya todos se iban.

Me tiene al escuchar la puerta pensé que era Alaric sin embargo me sorprendió al ver a Alan.

— ahora que estamos solos si podemos hablar — Se acercó a mí y me tomó del brazo — Explícame ¿Por qué demonios estás haciendo esto Valentina?! ¿Por qué?!

Me solté de él molesta

— No todo se trata sobre ti, esto no se trata sobre ti!!— Exclamé — Esto se trata de Alaric y yo, estamos destinados a estar juntos, siempre lo estuvimos

— No! Sabes que no es así— Se acercó de nuevo a mi colocó sus manos en mi rostro, fruncí el ceño confundida — estamos destinados tú y yo, iba a marcarte a ti como mi compañera— lo decía con aquel tono de voz con el que solía hablarme unos dulces, suave, cerré los ojos por un segundo sintiendo que le iba a creer sin embargo apenas lo cerré comencé a escuchar su voz en aquel bosque y las risas, cómo planificaban burlarse de mí y hacerme quedar en ridículo, lo empuje lejos de mí sorprendiéndolo creo que no esperaba esa reacción de mi cuarto

— no hace falta que me sigas mintiendo Alan, porque yo ya lo sé todo, sé lo que planificabas sé que no quería que yo fuese tu compañera — Le dije, no quería decirle, no quería que sospechara que todo esto lo estaba haciendo para vengarme de él sin embargo ¿Que podía perder si él lo sabía?! Ya no tenía nada que perder

— De que hablas?— Preguntó con el ceño fruncido, él sabe de lo que hablo

— de lo que dijiste en el bosque de las burlas y las risas, eso solo me confirmó lo que yo ya sabía sobre ti— Mentí, no puedo evitar recordar las palabras de Alaric, actuar como si lo amara, no podía hacerle saber Alan que había venido solo para vengarme de él— y aunque mi decisión yo estaba tomada tus palabras solo me hicieron querer alejarme de ti, espero que tengas una buena vida— trata de irme sin embargo después tomó por el brazo y me lanzó contra la pared de dolor por el impacto de la pared contra mi espalda, miré a Alan sorprendida, el tenía los ojos de color carmeci ¿Que diablos?!

— No! Tu no vas a ninguna lado!!— aquella voz dulce ya no la escuchaba ahora era una gruesa, nada comparada la de Alaric pero al saberme tan indefensa me asustaba, intenté correr sin embargo Alan me sostuvo y me dejó acorralada contra la pared

— Alan...

— No!! Tu eres MIA!! ¿Lo entiendes Laila?! Tu eres mía!! Nada más mía!! No vas a estar con él!!— Lo empuje tratando de alejarlo de mí, sin embargo mi fuerza no era nada comparada la de él, el rostro cuando el suyo se acercó demasiado, la lágrimas comenzaron a bajar por mis mejillas mi corazón estaba muy acelerado y estaba muerta de miedo en este momento, de repente sentí como alguien alejaba Alan de mí, cuando logré abrir los ojos para ver lo que estaba frente a mí me encontré con dos enormes lobos peleando en el despacho, corrí a esconderme detrás de uno de los sofá, el despachar enorme así que solo hacían destrozos tumbando todo a su paso mientras se atacaban uno al otro.

Alaric era mucho más grande que Alan y tenía mucha más experiencia rápidamente logró dominarlo pude escuchar a Alan chillar de dolor

— Basta!!— Grite— por favor basta vas a matarlo!!— Grite aterrada al ver cómo Alaric le daba zarpazos a Alan.

Estiré mis manos en un intento estúpido de rogar para que se separaran pero de la nada ambos están inmóviles ¿Que es eso?! Me asusté me acerqué a ellos con el riesgo de que me lastimara pero me pareció extraño que ninguno de los dos se moviera, toque el pelaje de Alaric tenía sangre lo que me asustó, demasiado asustada corrí a esconderme nuevamente detrás del sofá al mismo tiempo que la puerta se abría nuevamente y los lobos comenzaban a moverse una vez más dejándome más confundida todavía

Alejandro el nuevo beta de la manada, el mismo que había abierto la puerta para mí la noche anterior intentaba separar a Alaric de Alan

— Basta Alaric, vas a matarlo y es tu hermano!— Grito Alejandro pero Alaric parecía todavía fuera de sí, mientras que Alejandro intentaba mantenerlos lejos de Alan quien estaba en el suelo no sabía si inconsciente o muerto, ambos sabíamos que Alejandro no iba a poder por más tiempo con Alaric— Valentina te está mirando ¿Es eso lo que quieres que ella vea?!— a que yo lo hizo detenerse por completo cosa que me dejó sorprendida

Alaric salió casi corriendo del despacho, corrí detrás de él haciendo todo lo contrario que me gritaba mi instinto, mi instinto me decía que tenía que dejarlo alejarse de mí que estaba muy molesto que podía hacerme daño pero otra parte de mí me decía que no sería capaz de lastimarme a mí

Soy demasiado estúpida

— Alaric por favor no te vayas — Le rogué, para mi sorpresa Alaric se detuvo por completo se giró sus ojos negros conectaron con los míos, me hizo seña para que lo siguiera y comenzó a caminar subiendo las escaleras era extraño ver a un enorme lobo Negro a subir las escaleras.

una vez que llegamos a la parte de arriba me hizo seña para que me dentro de la habitación lo hice minutos después vi como él entraba con una camisa que apenas y lograba tapar su parte íntima rápidamente a cerrar los ojos, no quería verlo de esa manera ¿Verdad?

Suspire

— Ya puedes abrir los ojos — lo escuché decir con su voz gruesa y varonil, apenas abrí los ojos me quedé horrorizada con lo que veía, soy herido tenía marcas en el rostro, me levanté rápidamente de la cama y corrí hacia él toqué suavemente su rostro y me sorprendió ver cómo el rojizo e incluso la sangre desaparecía poco a poco

¿Que es eso?!

Alejé mis manos rápidamente de su rostro y éstas se mantuvieron tal cual como estaban.

¿Había sido yo?

¿Yo había hecho que aparte de sus heridas sanarán?

Pero ¿Cómo?!

¿Cómo es que yo había logrado hacer eso?!

No tenía sentido, Alaric tomó mis manos nuevamente haciendo que mis ojos se fueran directamente hacia su rostro el colocó mis manos en su rostro y sus heridas comenzaron a sanar una vez más, me sentí horrorizada con lo que estaba viendo — Está bien — esta vez su voz sonó suave e incluso hipnotizante— Está bien — repitió una vez más con la intención de que me calmara

¿Cómo podía calmarme?!

El colocó sus manos en mi rostro también, mis ojos estaban puestos en lo suyos era como una pequeña guerra entre mis ojos azules y sus ojos negros intensos

— ¿Como estoy haciendo eso?— le pregunté cuando el fin logré pronunciar alguna palabra

— Mi hermosa Valentina — Aquellas palabras me sorprendieron — tan hermosa y tan delicada — se acercó un poco más a mí — Eres hermosa muy hermosa — y de la nada soy labios estaban sobre los míos, me sentía anonadada confundida mientras sentía como sus labios se movían, al principio era demasiado extraño intenté alejarme de él colocando mis manos en su pecho sin embargo rápidamente las posiciones en su nuca, aferrándome y correspondiendo aquel beso

Mi primer beso...

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