Capitulo 03

Valentina del Olmo

Me giré con la intención de encontrar a alaric sin embargo estaba completamente sola en el comedor y con mi barriga rugiendo de hambre.

¿En qué momento él también se había ido el también?

Decidí caminar directamente hacia donde suponía se encontraba Alaric necesitaba respuestas, si Alan estaba seguro que yo sabía aquello que me ocultaba es porque Alaric también lo sabe y cree que él me lo dijo.

Caminé hacia el despacho y toqué la puerta fuertemente sin esperar que alguien me autorizara entrar simplemente entré ahí estaba él con una copa en la mano doble los ojos era demasiado temprano como para comenzar a tomar

— necesito respuestas — Le dije directamente.

— ¿Que es lo que crees que soy Valentina?!— Se escuchaba molesto ¿Por qué estaba molesto? Acaban de decirle que le iban a dar lo que él tanto había esperado — No soy tu maldito G****e

— ¿Por qué Alan dijo que él quiso salvarme la vida pero no pudo?— Le pregunté, el parecía sorprendido con que yo supiera eso ¿Por qué?! ¿Y como es que no había escuchado eso? Acaso se había ido antes? — Dime Alaric — Le exigí

Sabrá la diosa de dónde estoy sacando el valor para exigirle algo a Alaric.

Rápidamente tuve ganas de encogerme en mi lugar, alaric me miraba fijamente con aquellos ojos negros que me atemorizaban

— Te dice que sumisa, te dije que no hicieras preguntas!!— Exclamó fuerte haciéndome sobre saltar ¿Quería asustarme o realmente estaba molesto?! — Fuera de mi maldita oficina!! Sal ahora Valentina!!

No sé de dónde había sacado aquella fuerza pero negué, aquellos ojos negros me miraban con furia, pero aunque por dentro tenía pánico, también estaba decidida a saber qué es lo que estaba sucediendo.

— Dímelo por favor, dime qué es lo que me ocultan— Le rogué.

Alaric se acercó a mí y una vez más me tomó del la quijada y me hizo mirarlo directamente a los ojos, pide ver cómo sus ojos negros eran levemente color miel ¿Por qué? A qué se debía ese cambio tan extraño?

— Por qué viniste a mí Valentina?— Preguntó — ¿Que te hizo cambiar de opinión?— Preguntó, me sentía hipnotizada por aquellos ojos que hace segundos me daban miedo— Acaso Alan te rechazó o te cansaste de ser su cola — Me solté de él bruscamente molesta por sus palabras

El sabía que quería vengarme de Alan ¿Por qué ahora tenía preguntas? ¿Acaso solo quería molestarme?

— yo no era su cola!— Exclamé molesta

— Si lo eras, Alan te pisoteaba a cada rato y tú seguías ahí ¿Acaso te gusta eso? ¿Te gusta ser pisoteada?! — Mis ojos se cristalizaron

— Vete a la m****a — Estaba dispuesta a irme pero el me detuvo

— Cuida tus palabras

— Vete a la m****a!!— Está vez lo grito y limpié las lágrimas que estaban por salir, salí de aquel lugar furiosa y luego salí de la mansión, las lágrimas tapaban un poco mi visión, me sentía como una estúpida

Camine hasta mi casa completamente vacía y sola, así estaba siempre, sola y vacía.

Quizás Alan tenia y todo había sido una mentira, él solo me había utilizado para molestar a su hermano ¿Por qué?! ¿Por qué Alaric era así?! Había estado con Alan desde que llegué a esta manada, desde que sus padres me salvaron y ahora resulta que todo este tiempo fingió absolutamente todo.

¿Por que Sasha lloraba como una histérica?

¿Acaso era porque no le había salido el maldito plan que tenía por humillarme?

¿Por que parecían todos a ver algo que yo no?

Caminé hacia mi habitación la casa era bastante pequeña después de todo solo vivía yo, me acosté en la cama y me quedé mirando el techo.

Habían tantas cosas en mi cabeza, no para de repetirme que tenía que descubrir lo que sea que están oculatandome, me recordé que tenía que ir a trabajar pero sinceramente tenía ganas de no ir, podía pasar más tarde y decirle alguna excusa a la sra Teresa, seguro que ella entiende además un día como hoy no suele ser muy concurrido en la floristería.

Suspire.

****

Los golpes en la puerta me hicieron despertar de forma brusca, maldije al darme cuenta que me había quedado dormida ¿Que hora era?! M****a, mi trabajo!!

Me levanté y corrí a la puerta de la entrada para que dejarán de tocar como unos malditos locos

¿Por qué tocaba de esa forma?

¿Quien podría buscarme?

Al abrir la puerta no me sorprendió encontrar a alaric como era usual en el se veía muy molesto ¿Ahora que se supone que había hecho?

— ¿Dónde diablos estabas?! Valentina eres mi maldita compañera ¿Por qué no estuviste ahí?!— Preguntó mientras se adentraba a mi casa con confianza

Disculpa?

— De que hablas?— le pregunté mientras cerraba la puerta y lo seguía hasta mi pequeña sala que estaba ajusto aún lado a la sala, era un espacio abierto

— Me nombraron alpha de la manada y el rey de los Lycan— Quise golpear fuertemente mi cabeza, la señora Teresa también debe estar molesta, si hoy fue el nombramiento seguro ella tuvo mucho trabajo y yo dormida ¿Desde cuándo duermo tanto?— en preve tendré una reunión con los alphas de las otras manadas

— Lo siento mucho— Me disculpé algo apenada— Es solo que estaba cansada

— supongo que es la marca, no eres lobo reaccionas diferente a ella, solo está vez te disculpo pero la próxima debes estar a mi lado — No sabía cómo interpretar eso, pero asentí — te traje esto — y fue en ese momento en donde noté que en mano traiga un vestido— vamos colócatelo debes estar conmigo cuando conozca a los alphas

— ¿Debo asistir?— le pregunté el asintió — Vale, ya vengo— Subí lo más rápido que pude directamente hacia mi habitación, me coloqué acá el vestido junto a unos tacones color negro me viene el espejo me sentía demasiado extraña me sentía muy elegante jamás me había vestido de esta manera, es como si lo chequen el espejo no fuera yo sino alguien más.

Me maquillé poco y luego baje mientras bajaba las escaleras pude ver como Alaric me miraba, no sabía cómo describir su mirada pero era completamente diferente a lo que había visto en todo este tiempo, era como si por un segundo se hubiese dulcificado sin embargo rápidamente volvió a sus rostros usual aquel molesto y muy serio.

Cuando llegue junto a él, tomó mi mano — Me veo bien?— Le pregunté nerviosa el asintió pero no dijo nada.

— Necesito que estés en silencio Valentina, estos alphas son machistas y crueles sin embargo quiero que ellos sepan que eres mi compañera y deben respetarte — Sus palabras me pusieron muy nerviosa, si él decía que ellos eran crueles— Debes actuar como mi me amarás — que?! Aquellos si que me había tomado por sorpresa

— ¿Que?— La pregunta salió de mis labios incluso antes de que la procesara por completo

El me hizo mirarlo

— Eres mi compañera, nadie tiene que saber que lo nuestro fue un simple y vulgar trato, todos tienen que creer que estamos destinados uno para el otro ¿Entiendes Valentina?— Preguntó

Quizás era mi momento para tener condiciones

— Y que ganó yo con esto?— Le pregunté mirándolo fijamente tratando de mantener el valor

— Lo que quieres, venganza, me asegúrate que mi hermano este a tus pies ¿No es eso lo que quieres?— Negué

— Quiero verlo sufrir, eso es lo que quiero — una pequeña sonrisa se formó en su rostro

Alaric debería sonreír más porque tenía un hermoso sonrisa

Valentina!!

¿Que cosas tan estúpidas digo?!

M****a es Alaric, el cruel y temido Alaric.

— ¿Que fue lo que te hizo mi hermano como para que ahora lo odies?— Preguntó

Me rompió el corazón y también la poca confianza y fe que le tenía a la humanidad

— Me enseñó su verdadero rostro — Me limite a decir— ¿Tenerlos un trato?— estiré mi mano esperando que él la estrechará

— Tenernos un trato— Tomó mi mano, tengo que admitir que apenas sentí su tacto mi piel se erizó por completo, sentí un cosquilleo en mi vientre rápidamente me solté de él eliminando por completo aquellas extrañas sensaciones en mi cuerpo.

Ambos salimos en completo silencio de mi casa, caminamos hasta la mansión del alpha, en todo el camino ninguno dijo nada ¿Aquí sería la reunión? No dejaba de pensar en cómo me había sentido al tocarlo ¿Algo está mal en mí?

Apenas entramos a la mansión la empleada nos recibió con una pequeña sonrisa

— Alpha Alaric, están esperando por usted — Le dijo el asintió y una vez más tomó mi mano, está vez el cosquilleo fue leve

— recuerda que debes actuar como si me amarás Valentina — Asentí

Eso sería difícil ¿No? Actuar como si lo amara.

Apenas entramos al despacho voy a notar que habían al menos 10 hombres completamente desconocidos para mí los cual intuía que eran los alphas de las manadas, junto a ellos se encontraban los padres de Alaric Lucia y Tomás y también estaba Alan estaba serio se veía molesto.

Al vernos todos se levantaron, supongo que en señal de respeto al nuevo rey de los lycan.— Bienvenidos sean todos a este mi hogar, en el cual cada uno de ustedes alphas son bienvenidos — Dijo Alaric serio, su voz se escuchaba varonil, mi piel se erizó y me sentí estúpida, intenté soltarme pero el no me dejó hacerlo.

Caminamos a los únicos dos asientos vacíos y nos sentamos, comencé a ver cómo hablaban entre ellos pero si era honesta no estaba escuchando nada no podía dejar de ver a Alaric, esta era una faceta suya que no había conocido y que me parecía tan extraña, yo sentía extraña.

Los aplausos me sacaron de mis pensamientos— Lo hiciste bien, hasta yo mismo estaba por creer que estás enamorada de mi con locura — Me dijo en una especie de susurró para que solo yo pudiera oír mientras se levantaba de la silla, lo imite

¿Que?!

Pero si yo no hice nada...

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