Giovanni se acercó lentamente.
Tap~ tap~
Cada uno de sus pasos resonando en el silencio del cuarto de baño.
Su penetrante mirada gris clara no se apartaba de Kathia, que se sentía atrapada entre la curiosidad y el deseo.
—¿No dirás nada al respecto, linda?, podría tomar tu silencio, como si… quisieras exactamente lo que estoy imaginando —dijo él, su voz baja y seductora, impregnada de una certeza que la hizo estremecer.
Ella tragó saliva, sintiendo cómo su corazón latía más rápido.
Giovanni Andreotti era un hombre que destilaba confianza y posesividad, y en ese instante. Sin embargo, la mente de la mujer, luchaba con la idea de lo que eso significaba.
¿Estaba dispuesta a ceder?
Su mirada cautivadora le hacía olvidar el resto del mundo… Recordar todo lo que había sucedido, desde que él ingresó a esa habitación de hotel, tras ella recibir a su padre.
—No deberías estar aquí, Giovanni… —dijo ella en voz baja, pero el desafío en su tono había desaparecido.
—Pero aquí estoy pr