Al llegar al hotel, Sean ya estaba sano y salvo, incluso parecía más fresco. A diferencia de esa mañana y del viaje como si estuviera a punto de morir. Lily se sintió extraña al ver la actitud de su esposo, pero no le apetecía preguntarle.
Mientras se sentaba tranquilamente disfrutando de un refrigerio, de vez en cuando Lily observaba a su esposo, que estaba ocupado manipulando su máscara, lo que le causaba gracia.
"¿Esa cara, tiene dueño?", preguntó Lily con curiosidad.
"Sí, normalmente uso la cara de alguien que ha muerto hace mucho tiempo".
"¿Horrible! ¿No tienes miedo de que su fantasma venga a encontrarte?".
"Tengo más miedo de ti, especialmente cuando estás enojada". Respondió Sean, haciendo reír a Lily.
"Si alguna vez te cansas de mí, por favor, no me trates con crueldad solo para echarme.
Dime la verdad para que pueda retirarme ordenadamente, porque soy consciente de las diferencias entre nosotros dos". Dijo Lily, que de repente sonó muy seria.
"Tus pensamientos están