62. No Adivines

Al día siguiente, en casa, Jessi y la señora Emma estaban preocupadas porque el señor Heri no había regresado desde el día anterior, e incluso su teléfono celular estaba apagado. Habían preguntado a los amigos del señor Heri, pero nadie sabía dónde estaba.

"¿Tu padre dijo que iba a ver a Lily y Sean, pero aún no ha regresado? ¿Dónde está tu padre?", se enfadó la señora Emma, preocupada de que su esposo la estuviera engañando.

"Papá tampoco fue a trabajar, ¿dónde está en realidad?", preguntó Jessi.

Madre e hija seguían preguntándose. Volvieron a llamar al teléfono celular del señor Heri, pero seguía apagado. Finalmente, Jessi se despidió para ir a trabajar, ya que se había quedado dormida.

Como empleada, Jessi no tenía ningún puesto, solo era una empleada común en una empresa de electrónica de la ciudad. Tan pronto como Jessi llegó al vestíbulo de la oficina, fue abordada por su amiga, quien le pidió que fuera a la oficina de Recursos Humanos.

"¿Qué pasa?", preguntó Jessi con curios
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