—Yo no puedo tomar a tu clan, esa es tu responsabilidad, no la mía, busca a otra persona si no quieres volver —espetó Gavin molesto con los planes de Alistair.
—No tengo a quién, se lo planteé a Finn y no aceptó, ahora es medio gitano, ya sabes… La verdad no tengo a nadie más que pueda pedirlo, la madre de Finn es anciana, no es justo darle esta enorme responsabilidad.
— ¿Y yo si soy bueno para dirigir tu clan? ¿Te has vuelto loco? Alguien más debe haber.
—Lo hay, pero aún no ha nacido —se justificó Alistair con mucha dignidad.
— ¡No me vengas con tus payasadas Alistair! Ponte serio.
—Este asunto es serio, no me siento en este momento capaz de dirigir mi clan. Debo trabajar en mi problema de ira, enfrentarme a mi pueblo para que descuarticen a mi mujer hará que mate a alguien, Camila tampoco está preparada, por eso quiero dedicarme a ella…
— ¿Crees que yo no quiero dedicarme a mi esposa?
—Se lo debes a Camila, Gavin…
— ¿Qué? Eso no te hace acreedor de mi deuda