POV Elara

El rey de Dalmora es la persona más importante de estas tierras, claramente es alguien con poder. Antes de venir a su reino, admito no ser partidaria de sus formas de hacer las cosas. Las personas como yo, en mi aldea, no le rendimos pleitesía por las obvias carencias y olvidos que tenemos de su parte.

Siempre pensé que los reyes eran seres distantes, casi irreales, y ahora estaba frente a uno. Y no a cualquiera: al padre del hombre que me había arrancado de mi vida para traerme a esta jaula dorada.

Tragué sonoramente y, llena de nervios, le hice una reverencia torpe, casi pisándome la falda. El rey no pareció notarlo, o quizá lo ignoró a propósito. Con un gesto, indicó a un sirviente que sirviera otra taza de lo que fuera que tenía en su mesa.

—Adelante, Lady Elara —repitió con esa voz gruesa, señalando el asiento vacío frente a él.

—Gracias, majestad —dije con una voz más temblorosa de lo que quería admitir.

—Beba —ordenó, cuando el líquido humeante fue colocado frente a m