Detrás de las puertas del rey.
POV Elara
La mañana amaneció con un silencio extraño. No era el silencio habitual del castillo, era distinto… más denso, más contenido. Como si los muros hubiesen escuchado algo que aún no sabían cómo repetir.
Me vestí con sencillez, dejando el cabello suelto, y bajé por las escaleras que llevaban al ala oriental. A cada paso, las palabras del médico resonaban en mi mente “el rey ha mejorado, pero necesita descanso”.
Me cuesta reconocer que estaba ligeramente preocupada y algo curiosa por la salud del rey, quería saber si estaba bien la mañana de hoy. Era una extraña necesidad de saber cómo estaba. No por deber, sino por algo más simple… curiosidad. O tal vez, una extraña inquietud que no lograba nombrar.
Los guardias en la puerta de sus aposentos estaban en posición, rígidos, con la vista al frente.
Uno de ellos me reconoció y me hizo una leve reverencia.
—Lady Elara —dijo con respeto—. Su Majestad no está recibiendo visitas.
Asentí, dispuesta a esperar… pero entonces lo vi.
—Leonard