Ella me sonrió sarcásticamente y se intentó acercar a mí pero mi carrito se atravesó y la detuvo de golpe, comenzó a quejarse y en eso vino la persona de la cual ellas hablaban.
— Amor se me olvido preguntarte cuánto iba a comprar de carne — llegó Adriel sorprendiendo — ¿Cuánto vamos a llevar para las chicas?
Me acerqué a Adriel y luego de pedirle perdón lo besé, sus manos sujetaron mi cintura y me levantó sin ningún problema. Nos separamos ya que el aire nos faltaba y sus ojos brillaron con tanto amor y yo le sonreía.
— Te amo — dijo — ¿Qué venía a hacer?
— La carne — le dije divertida — compra tres libras ya que los guardaespaldas de Bri están con nosotros.
— Oh es cierto, la carne — sus manos sacudieron su cabello — lo olvidé completamente.
Adriel se iba a marchar pero miró al club de venenosas y a esa tipa, dado que es un caballero se detuvo para saludar.
— Ve a comprar la carne amor, te espero en la caja.
Adriel se marchó y yo mire a estas tipas, estaban con la boca tan abierta