Kasyan

La noche comienza como cualquier otra. Jinx no está, pero después de lo ocurrido anoche, no tenemos tantos clientes, así que no necesitamos tanto personal.

Estoy empezando a pensar que debería haber ido por lo tradicional y abrir una tintorería para lavar mis diez millones. Habría sido mucho menos complicado.

Dudo que veamos acción esta noche, pero pensé lo mismo ayer, y ¿qué pasó? No voy a quitarle los ojos de encima a Jennifer, ni por un segundo.

La seguí hasta el vestidor, observando cómo se quitaba la ropa y se ponía de nuevo ese ajustado vestido negro. Forma parte de mi trabajo ahora. Eso le dije.

Pero sé que le gustó que la mirara. La manera en que se tomó su tiempo para vestirse, poniéndose los tacones mientras solo llevaba ropa interior. Me miraba entre las piernas para medir mi reacción, y era imposible no excitarme.

Ya no puedo verla por más de cinco segundos sin que me suceda. Desde que recibió mi semen en su rostro, no puedo dejar de pensar en ella sexualmente.

Pero