(POV: Lucian)
No corría.
Huía.
Del campo. De ellos.
De mí.
La sangre seguía tibia en mis nudillos, pero no era de ellos. Era mía. De tanto apretar los puños, de tanto contener lo que no podía gritar.
Lo hice otra vez.
Me convertí en lo que me entrenaron para ser:
Un arma.
Una sombra disfrazada de aliado.
Un monstruo con nombre humano.
**
Cassius siempre decía que el dolor verdadero no es el físico.
Es el que viene después.
Cuando el cuerpo cicatriza… pero el alma se gangrena.
Ahora lo entiendo.
Me lo decía con voz suave, como si me estuviera enseñando a leer.
Como si sus palabras fueran la verdad universal que debíamos grabarnos en los huesos.
“El dolor es necesario, Lucian. Te hará obediente. Te hará fuerte.
Te hará olvidar.”
Pero no olvidé.
**
La misión era clara.
Recuperar el corazón del wyvern.
Eliminar al portador del Ignis Lux.
A ella.
Cassius no dijo su nombre.
Nunca lo hace.
Como si al no pronunciarlo, pudiera negarle importancia.
Pero yo sí lo sabía.
Ishtar.
La