Início / Romance / Valtherium: El legado del Orvium / Capítulo 3 – Frente al abismo
Capítulo 3 – Frente al abismo

Hablar era raro.

Después de años en silencio, aprender a usar mi voz fue como aprender a respirar bajo el agua. Torpe. Desesperante.

La foniatra —una mujer dura, de ojos cansados— me corregía una y otra vez. 'Abre bien la boca', 'no arrastres las palabras', 'no insultes tanto'.

Decía que hablaba como carretonera. Y no la culpo. Crecí en la calle, no en un salón de modales y gente hipócrita.

Así que, aunque ahora podía hablar, mi voz seguía sonando como quien aprendió a gritar antes de pedir permiso.

Y la verdad… no pensaba cambiarlo.

Mi voz era mía. Forjada entre callejones, gritos y silencios. No iba a suavizarla para nadie.

El transporte negro se detuvo frente a un portón de hierro forjado.

Arriba, grabado en letras antiguas y pesadas, un nombre: Valtherium.

Me bajé sola, mochila al hombro, sin esperar a que alguien viniera a salvarme.

El chofer apenas me dirigió una mirada antes de marcharse. Sin un "adiós". Sin un "suerte".

Mejor así.

Respiré hondo. El aire olía a piedra, metal y algo más... algo salvaje. Como si la tierra misma contuviera una amenaza latente. Como si estuviera a punto de despertar bajo mis pies.

Avancé por el sendero de adoquines, rodeada de reclutas uniformados. Todos con sus medallones brillando al sol como premios que yo aún no había ganado.

Sus miradas pesaban. Medían. Juzgaban.

Susurraban detrás de sonrisas falsas.

Que miraran lo que quisieran.

Yo no venía a gustarles.

Caminaba firme, sin bajar la vista, cuando lo sentí.

Un corte en el flujo de la multitud. Un muro humano.

Me detuve a medio paso, tensando los puños por costumbre.

Frente a mí, un muchacho de hombros anchos y expresión de pocos amigos se plantó como si fuera el guardián de una puerta invisible.

Me estudió de arriba abajo con una calma fría. Sin apuro. Sin disimulo.

Yo le devolví la mirada, negándome a ser la primera en parpadear.

Cabello negro, ligeramente desordenado, pero con un orden natural, como si ni el viento se atreviera a tocarlo.

Y sus ojos...

Azul profundo. No el azul de un cielo claro, ni de un mar tranquilo. Era el azul de una noche sin fondo, de un abismo dispuesto a tragarte si te atrevías a mirar demasiado tiempo.

Y yo miré.

Por un segundo, me sentí cayendo, sin nada a lo que aferrarme.

Sacudí la cabeza, mordiéndome por dentro para recuperar el control. No había venido a dejarme romper.

—¿Eres nueva? —preguntó, su voz grave como una advertencia que no sonaba a pregunta.

—¿Y a ti qué chingados te importa? —disparé, sin pensarlo.

El muchacho —porque, pese a su tamaño, no era mucho mayor que yo— ladeó la cabeza, curioso. Como si hubiera encontrado un bicho raro digno de examinar.

—Poca paciencia… —murmuró, esbozando una media sonrisa apenas visible—. Te vas a romper rápido aquí. O mejor dicho, te van a romper rápido aquí.

No me moví. No retrocedí.

Di un paso más cerca, alzando la barbilla.

Que lo intenten.

Sus labios se curvaron apenas, no en burla, sino como quien reconoce a otro igual de testarudo.

—Nombre —ordenó.

—Ishtar —escupí.

Él se inclinó un poco hacia mí, como si quisiera grabar el sonido de mi nombre en su memoria.

—Adriian —dijo, como quien lanza un cuchillo al aire, seguro de que caerá justo donde quiere.

Y, sin más, se apartó. Caminó hacia el edificio principal con una calma peligrosa, como quien sabe que no necesita correr para alcanzar a su presa.

Lo seguí con la mirada. Algo en mí sabía que esa colisión no había sido casual.

Que ese encuentro, breve pero brutal, no era el final.

Era el principio de algo mucho más grande.

Algo que, tal vez, estaba destinado a destruirnos a los dos.

Sonreí para mí misma, sintiendo cómo se encendía una chispa en mis entrañas.

No le tenía miedo al abismo.

Después de todo, Yo no nací para huir del abismo. Nací para hacerlo mío.

Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App