Dex DeCostello
Puerto Vallarta, Jalisco, México
Alan se nos quedaba viendo a Valeria y a mí, después de habernos descubierto en pleno beso, ella empezó a llorar y yo, por alguna extraña razón, no la podía soltar. Quería protegerla de todo y con todos, así fuera con el mismo Alan y en caso de que se pusiera pesado, yo estaba seguro de que mi familia, que llega mañana, nos va a apoyar a Valeria y a mí.
–Alan, lo que sucede es que Raymundo quiso pasarse de listo conmigo – Dijo Valeria llorando – Dex, solamente me defendió y por inercia nos besamos.
Ella iba a seguir en lo de su negocio con Alan, pensaba yo, era lo que se me venía a la mente con esas palabras de disculpa que había dicho, como si besarnos fuera un delito.
–Sí, eso fue exactamente lo que pasó y me disculpo por eso – Le seguí la corriente a Valeria – Ya que has presenciado todo, Alan me parece justo que tomes cartas en el asunto, Valeria no está interesada en Raymundo.
Que quedara caro que ella se estaba defendiendo del ataq