—Efectivamente es una afirmación, te estoy informando que vas a casarte conmigo—expresó seguro.
—Uf, eres un creído y de paso anti romántico. No sé si deba aceptarte, déjame pensar porque esa propuesta está muy sobria—dijo observándolo con picardía.
—Bueno me enmiendo frente a ti. Señorita Anabella