Las lecciones estaban progresando y Samantha estaba asombrada de la gran disposición de la castaña para aprender e igual con esa convivencia casi diaria estaba empezando a verla como a una amiga, quien la consentía haciéndole postres especiales solo para ella.
Justo esa tarde Samantha regreso a la casa de sus padres con una actitud ligeramente sospechosa, ya que entro de forma furtiva y se fue corriendo hasta la nevera para esconder el recipiente que habia traído del departamento de Marcelo, porque Emma le habia hecho varias mini tartas para que disfrutaran Erik y ella.
- Samantha Lennox – en eso ella se asustó al escuchar esa voz detrás suya, por lo que con cuidado se giró tratando de aparentar calma y hasta fingir, pero vio que su madre le miraba con una ceja arqueada y sus brazos estaban cruzados - ¿qué estas escondiendo hija?
- Am… ¿yo? na… nada – dijo tratando de sonar segura de sus palabras.
- Samantha – le llamo divertida acercándose a ella – sabes hija tendrás 22 años, pero si