Caminé lentamente hacia la barra para pedir un mojito, a lo lejos vi a Manuel con una cara de impresión y se sentó a mi lado para pedir un whisky con hielo.
Manuel me mira y me susurra al oído.
—Vi a Alexander cerca de aquí, me preguntó si estaba solo y le dije que sí.
—¿Está aquí?
—No, cariño, ya no está, pero seguro que lo encontrarás cuando subas.
—No puede ser…
Manuel se ríe, toma un sorbo de su whisky y me ve indignado por mi cobardía.
—Recuerdo cuando te vi en la empresa, eras una bestia y mírate ahora, cariño, te estás escapando de tu jefe.
—Cuando me conociste, no sabía que los iba a ver follando en su oficina —Entrecerré los ojos y lo miré —No es fácil llevar esas cosas —me refiero a Alicia y a Alexander.
—Sobre todo si te gusta tu jefe, ¿no?
—Especialmente si es así.
Ambos bebimos nuestros vasos y subimos a cambiarnos. Manuel y yo teníamos que ir inmediatamente a la reunión de la empresa, era la última reunión y de ahí iríamos a Queens.
Alexander a su vida y yo a la mía que