¿Qué pasa cuando eres una súper star y todo el mundo piensa que lo tienes todo? Piensan que no necesitas nada porque tienes fama y mucho dinero, pero lo que no saben es el dolor oculto que llevas en el fondo de tu corazón. L-J Thomson es una súper star de Veinte años que quiere cosas más simples que solo estar rodeada de gente falsa y que fingen amarla por su fama, harta de todo esto emprende un nuevo viaje a un lugar que ella nunca pensó que necesitaría ir "la universidad" aquí encontrará amigos de verdad y el amor verdadero, como también enemigos que quieren verla destruida y fuera de su camino. Todo esto irá bien, siempre y cuando guarde su secreto. Nadie en la universidad puede saber su verdadera identidad.
Ler maisEstaba cansada ya de tanta falsedad, de tantos romances por contrato que solo duraban seis meses y luego cada quien se iba por su lado. No había amor, no había comprensión y mucho menos apoyo.
Nunca habia amado de verdad y de verdad me moría por vivir esa experiencia, estaba harta de no tener amigos sinceros y que los únicos que se acercaban a mi; solo eran por convenienca. Solo porque querían sacar beneficio de estar serca de una súper estrella y hasta puedo asegurar que muchos impulsaron sus carreras a costa de mi exito. Ese mismo existo por el cual me he esforzado tanto y muchas veces me cerraron las puertas en la cara cuando no era nadie.
Abro las puestas corredizas que dan acceso al balcón y observo la vista desde mi penthouse. El edificio en donde vivo se encuentra en todo el frente de Central Park. Justo en el lugar en donde comenzó toda esta locura de ser una súper estrella.
Mis padres son inmigrantes colombianos, pero yo nací aquí en nueva York, la ciudad que nunca duerme. Fué una suerte que pudieran conseguir sus papeles de permanencia y yo como había nacido aquí tenía asegurada mi ciudadanía, hablaba perfectamente los dos idiomas, tanto el local como el del lugar de origen de mis padres, eso me había traído muchas ventajas a la hora de conseguir pequeños empleos a lo largo de mi adolescencia, recuerdo que contaba solo con quince años de edad cuando fui descubierta por mi mánager, Arthur Logan.
Ese día en central park había un concurso de canto llamado "Sing or loser" el cual estaba siendo transmitido a nivel nacional, Arthur se encontraba entre el jurado y era muy radical al momento de escoger a los participantes que pasaban a la siguiente ronda.
Cuando subí al escenario mis piernas temblaban y todos los vellos de mi piel se habían erizado. Tener todos los ojos de los lugareños encima mío y las cámaras televisivas apuntando a mi dirección hacían que dudara que lo podía hacer, pero quería triunfar, quería ser igual que los grandes artistas; así que aparté los nervios y dejé que el ritmo se apoderara de mi.
La canción que escogí para interpretar en esa ocasión fue: "Love is the Name" de Sofía Carsón. Recuerdo que cuando abrí mi boca y comence a cantar todo el lugar estalló en aplausos y gritos eufóricos, fue la primera vez que me sentí aclamada y la sensación fue tan satisfactoria que quice probar más y más.
Toda mi inseguridad fué dejada de lado y me concentré en brindar el mejor espectáculo de mi vida, ese que poco tiempo después marcaría el inicio de mi productiva carrera musical y me lanzaría al estrellato.Cuando terminé mi presentación y hubo una pausa a comerciales. Arthur no quiso perder la oportunidad y se acercó a mí para adularme por lo magistral que había sido mi mi función, me dijo que tenía mucho talento y se ofreció a ser mi representante, era la primera oportunidad que me ofrecían y no estaba dispuesta a rechazarla. Nunca nadie me había ofrecido una oportunidad como esta y si quería que mi carrera despegara, tenía que intentarlo.
Él era uno de los mejores en su campo y desde que ingresé al concurso me tomé la tarea de investigar toda su carrera como representante, ha llevado al estrellato a artistas de talla mundial como lo son Isabella Bellucci una de mis artistas favoritas y también a Massimo Foster. Así que no lo dudé en ni un instante y acepté lo que me proponía.
En mi familia la única que creía en mi talento era mi madre y por el lado de mi padre ese hombre siempre se empeñó en hacer mi vida miserable, siempre me dejo que era una fracasada y que nunca alcanzaría mis objetivos, pero cuando empezó a ver que mi carrera despegaba, no paraba de alagarme y decir que yo era la mejor, de un día para otro cambio su actitud arrogante y como dice el viejo refran "Con dinero hasta baila el perro"
Terminé la secundaria y me gradué, fue lo único a lo que pude aspirar, porque de pronto ya no era necesario que estudiara, era ahora una súper estrella y tenía todo el dinero del mundo. Así que ¿Qué podía faltame?
¿Qué más podía querer?
Pero después de estos cinco años en el mundo del espectáculo ya no estaba tan convencida de si solo quería seguir siendo una súper estrella. Tenía claro que toda la vida no me dedicaría a esto y por eso quería instruirme, estar capacitada para los negocios, ya que siempre quice expande mis horizontes creando mi propia marca de ropa y accesorios para mujeres. Quería ser capaz de administrar y llevar mis propios negocios sin necesidad de que otra persona lo hiciese por mi, no quería que nadie me tomara por tonta y me estafara. Así que decidí ir a la universidad de chapmán en California y estudiar administración.
¿Por qué Esa universidad?
Pues porque era una de las mejores instituciones en todo el pais. Además, el programa que ofrecía en las carreras administrativas llenaba todas mis espectativas.
Quería ir y demostrarle a todo el mundo que solo no era una cara bonita, quería que todo el mundo supiera que era una mujer capaz de alcanzar todo lo que me propusiera sin utilizar mis influencias como artista.
Si pisaba esa universidad no iba a ser como L-J Thomson, quería evitar a toda costa que los medios se inmiscuyesen en mi vida personal y arruinará todo lo que tenía planeado, y si para eso tenía que volver a ser esa misma chica del pasado sin fama que una vez fui, estaba dispuesta a asumirlo.
Quería forjar mi propio destino y nadie me detendría.
DOS AÑOS DESPUÉS...—El gran día a llegado... —pronuncia mi mejor amiga orgullosa al verme portar mi vestido de novia y yo solo me quedo en silencio sin decir nada.Después de aceptar a Leiner de vuelta, las cosas no fueron todas color de rosas. Ambos sabíamos que esto sería un proceso que implicaría perdón y comprensión, pero sobre todo debíamos demostrar que el amor que aún sentíamos el uno por el otro, era capaz de curar cualquier grieta que en el pasado de habia hecho.Y ahora... después de tantas caídas y tantas levantadas, de tanto dolor en el proceso de sanar nuestras heridas, habíamos decidido que ya era el momento perfecto para unir nuestras vidas.—¿Nerviosa? —inquiere mi amiga y yo sigo sin despegar mis ojos del espej
—Lluvia, ¿estás segura de esto? —inquiere Arthur mientras me observa hacer mi maleta.—Jamás en mi vida había estado tan decidida —respondo sin mirarlo, mientras sigo colocando ropa en los espacios que aún siguen vacías.—¿No se suponía que nos iríamos hasta pasado mañana? —inquiere tratando de averiguar la razón de mi cambio de opinión, pero no le digo nada en específico.—Cambie de opinión y solo me quiero largar lo más ante posible —contesto sin dar explicaciones.—Bueno, te tengo noticias y no sé como lo vayas a tomar —dice y yo dejo de organizar mi equipaje y me giro para mirarlo.—¿En que lío ahora me has metido? —indago y este sonríe de la misma manera cuando
—Si, acepto —dice mi amiga cuando el cura le pregunta si acepta ser esposa de Collins.Tanto carameleo me da náuseas, pero de cierta manera adoro las emociones que desencadenan este tipo de eventos y tengo que parpadear varias veces para no dejarme llevar por la nostalgia.—Collins J. Pierce, aceptas a Brenda como tu legítima esposa —lo mira fijamente—. Para amarla y respetarla sobre todas las cosas. En la salud y en la enfermedad, ¿hasta que la muerte los separe? —agrega finalizando la pregunta y Collins se queda callado.—Yo... yo... —balbucea mirando a mi amiga con dudas y en la iglesia se comienza a escuchar un murmullo.Miro a las personas que se encuentran sentadas en primera fila y noto como una mujer de mediana edad sonríe ampliamente ante la duda del chico, a su lado noto la presencia del padre de
—Creo que hiciste lo correcto al colocar a esa maldita vieja en su lugar —gruñe Brenda mientras una de mis maquinistas le da los últimos retoques a su maquillaje de novia.Está quedando como toda una princesa africana y la estatura de su cuerpo la hace lucir como una modelo de Victoria secret.—Ojalá todos pensaran como tú —digo mientras la miro por el reflejo del espejo y sigo en mi tarea de acomodar bien mi vestido de madrina de bodas, que ella misma se tomo el trabajo de escoger para mi.El color morado me hace ver pálida, pero debo reconocer que la apertura que posee del lado de la pierna izquierda junto a lo perfecto que se ajusta a mi silueta, me hace lucir sexy.—Solo debes dejarlo pasar, esa maldita vieja solo está haciendo hasta lo imposible por hundirte, no soporta que alguien le haya hec
—Lluvia... habre la maldita puerta, ya mismo —escucho del lado de afuera de la habitación y la cabeza me taladra con cada golpe que le dan a la puerta—. Lluvia, en dos horas tienes la maldita entrevista, te dije que no hicieras algo estupido —grita Arthur y yo me coloco una almohada en la cara.Todo se vuelve a quedar en silencio y cuando creo que me dejará en paz, escucho el sonido de unas llaves y más atrás el de la puerta siendo abierta.—¡Ca-ra-jo! —que diga las cosas en sílabas, solo me hace pensar que esta vez la cagué bien feo—. No solo te bastó con desarmar casi medio pent-house, sino que ahora tu también quedaste vuelta nada —agrega y yo lo sigo ignorando.Las cortinas son abiertas de manera brusca, dejando que la luz del sol me pegue directamente en la cara. El fastidio se hace presente de inmediato y un leve lloriqueo por el dolor que me talad
Observo al chico con piel de ébano que baila sobre una de las mesas que fueron dispuestas para eso, mientras como un trozo de pizza hawaiana, noto lo tensa que mi amiga se encuentra cuando uno de los chicos la comienza a manosear y coloco mis ojos en blanco al ver lo mojigata que se ha vuelto.—Déjala en paz, es más probable que te lleves una parada en las bolas antes que puedas seducirla —le ordeno al tipo que le baila y el chico se retira.Miro a mi amiga con mala cara y ella niega con su cabeza.—Ya no sirvo para esta clase de cosas —se disculpa y yo vuelvo a colocar mala cara.—Ya no sirves o ya no quieres —afirmo y ella suspira mientras alcanza el ultimo pedazo de pizza que hay en la caja.—Ya no soy tan perra como antes —se encoje de hombros—. Creo que la vida después de la escuel
Último capítulo