Tanto carameleo me da náuseas, pero de cierta manera adoro las emociones que desencadenan este tipo de eventos y tengo que parpadear varias veces para no dejarme llevar por la nostalgia.
—Collins J. Pierce, aceptas a Brenda como tu legítima esposa —lo mira fijamente—. Para amarla y respetarla sobre todas las cosas. En la salud y en la enfermedad, ¿hasta que la muerte los separe? —agrega finalizando la pregunta y Collins se queda callado.
—Yo... yo... —balbucea mirando a mi amiga con dudas y en la iglesia se comienza a escuchar un murmullo.
Miro a las personas que se encuentran sentadas en primera fila y noto como una mujer de mediana edad sonríe ampliamente ante la duda del chico, a su lado noto la presencia del padre de