(Max)
Verla a la distancia me provocó emociones que quizás, no estaba acostumbrado cuando veía a otras mujeres. Otra vez, Ada Gray me demostraba que era única e inigualable. Tenía esa autenticidad tan majestuosa que brillaba por si sola en una fiesta de caridad universitaria a la que estaba acostumbrado a asistir.
Verla allí, parada en las escaleras, mirándome como si eso le rompiera el corazón, me hizo trisas. Que hermoso le quedaba el cabello suelto y largo por detrás de los hombros. Dios, como le había crecido el cabello. Seguro así sería más fácil de agarrarlo y enredándolo en mi mano si tuviéramos sexo otra vez.
—Oh, veo que ha encontrado a la distancia a su amiga—me dijo la señora Beatriz Coleman, con v