* * * * * * * * Leo * * * * * * * * * *
La mujer se había quedado en silencio, al igual que yo. Lo que estaba pasando o, mejor dicho, lo que era bastante evidente que había pasado, nos tomó por sorpresa a ambos. Nunca antes me había sucedido algo así; nunca antes había ido a la cama con una mujer estando ebrio.
«Bueno, sí una vez», me recuerda mi subconsciente al tiempo en que revivo, en mi mente, la ocasión en la que Norka y yo habíamos pasado la primera noche juntos después de habernos embriagado.
«Mier… da», me reclamo en el acto.
«Norka», recuerdo a mi esposa y, en ese instante, comienzo a sentirme culpable, ya que yo, a diferencia de la mujer que estaba en mi habitación…, yo no estaba…
—Divorciado —susurro de forma involuntaria; y la mujer (Lorey), se gira a verme.
—So… somos adultos —articula algo descolocada—. Somos adultos y… —se cubre mucho más con las sábanas— y ambos estamos divorciados —señala la mujer, un tanto nerviosa—. Bueno… —se aclara la garganta—, en mi caso, solo e