"No, tienes razón", dijo Ariadne, sacando a su hijo de los brazos de Alfa Aleric para colocarlo de vuelta en los de Myra. "Tenemos trabajo que hacer... ¿no es así, Aleric?".
Y el hombre entonces refunfuñó y se dio la vuelta para regresar a su asiento.
"Si son sólo tres... ¿Cuál es la historia del ú