25

Me despierto cuando siento que me acarician el rostro, se siente tan bien que me quedo disfrutando del momento, pero ¡que carajos! un momento, yo vivo sola, por lo tanto, no hay nadie aquí, debe ser un sueño.

Me acomodo en la cama para seguir durmiendo, pues la verdad me siento cansada. De pronto escucho la voz de un hombre.

—Vamos dormilona, levántate.

Abro los ojos de inmediato y veo como Cárlenton me sonríe y es ahí cuando recuerdo lo que pasó esta madrugada. Me sonrojé con solo recordar todo lo que hicimos.

—¡Buenos días, preciosa!

Me siento rara, no estoy acostumbrada a tener un hombre a mi lado. Me da un beso en la frente y otro en mi vientre.

Mira, te preparé el desayuno, ya que en la madrugada me dijiste que se te quitó el hambre solo con verme.

Él sonríe de lado, una manía jodidamente excitante.

Yo le pego en el hombro y le reprocho lo que me dice porque siento mucha vergüenza.

—Ya cállate, tú viniste a interrumpir en mi casa a tempranas horas de la madrugada, así que
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP