*Jane*
Eli entró a la habitación con un pote de helado en una mano y varias carpetas en la otra.
Su bolso también tenía más carpetas.
—¿Cómo te sientes?
Realmente no quería contestar eso.
—Perdón.
Ella dejó todo en la punta de la cama y me abrazó.
Quería que sea la última vez.
Quería que el dolor se fuera.
—Todo va a estar bien.
Esa sonrisa no perdía el brillo.
¿Cómo era posible que ella siga sonriendo?